Se conocen los efectos positivos de un aporte de zinc desde hace más de 50 años.
El zinc es un mineral antivírico muy importante, su presencia bloquea la replicación viral y también hay que destacar una potente actividad antioxidante,¿quieres conocer más sobre este interesantísimo mineral? pues a continuación te explicamos un poco más.
Cuantitativamente hablando el zinc es el oligoelemento, después del hierro, más importante en nuestro organismo.
El papel del zinc como antivírico se puede resumir de 2 maneras:
‐ Mejora de la respuesta antivírica y de la inmunidad en los pacientes que presentan carencias en zinc.
‐ Inhibición de la replicación vírica,es decir, inhibición de la multiplicación del virus, o de los síntomas relacionados con la infección.
Los estudios clínicos que utilizan una suplementación de zinc se limitan
principalmente a la infección por rinovirus y suelen ser reagrupados con otros virus tipo gripe y los coronavirus.
La concentración en zinc se determina principalmente por el aporte alimentario en zinc.Sin embargo, factores adicionales tales como la composición alimentaria, el consumo de alcohol incluso el estrés, pueden reducir de manera considerable la absorción y el almacenamiento de zinc, o aumentar su excreción.
La carencia en zinc es muy frecuente, afectando hasta un cuarto de la población de los países desarrollados.
No tenemos reservas importantes de zinc, por lo cual un aporte alimentario regular es esencial.
¿Cómo podemos aportar zinc a nuestro organismo?
El zinc se encuentra en numerosos alimentos, como el pescado o la carne roja. Su absorción no siempre es la idónea, según el régimen alimentario de cada uno, y es por ello que conviene utilizar una suplementación. Para asegurar una buena absorción, conviene asociarlo con cereales o leguminosas ricas en fitatos, evitar un exceso de azúcares porque contribuyen a un mayor uso del zinc así como el consumo de productos en latas de conservas y ¡atención a los veganos, porque suelen tener carencias de zinc!.
Según recientes estadísticas, en Europa, la población afectada por la epidemia se compone en un 95% de personas que presentan al menos uno de los factores siguientes: obesidad, diabetes, hipertensión, problemas cardiovasculares, etc. En todas esas situaciones, hay un elevado riesgo de carencia en zinc, de ahí que medirlo en sangre como método preventivo en el diagnóstico de las personas con mayor riesgo es a considerar.
Además, se demostró que un 50% de las personas mayores que viven en geriátricos tienen carencias en zinc, siendo principalmente esta población carenciada la que se ve muy afectada por el virus.
¿Sabías que el zinc juega un papel esencial en la inmunidad?
Un cierto número de estudios puso en evidencia los efectos de la suplementación en zinc sobre la inmunidad antivírica.Interviene por ejemplo en la función de la timulina, hormona del timo, fundamental para la función inmune.
El zinc funciona como un regulador de las defensas inmunitarias gracias a su disponibilidad en el organismo, por lo que convendría suplementar en zinc a las personas con riesgo, el personal sanitario, los hospitales, los geriátricos,etc
Siendo sinceros nuestro organismo no necesita mucho zinc, pero al existir numerosas interferencias alimentarias, no se puede garantizar su presencia en concentraciones adecuadas. No tenemos reservas importantes de zinc,siendo muy importante un aporte alimentario regular. Una carencia en zinc afecta doblemente nuestra inmunidad, ya que interviene en la inmunidad innata, así como en la inmunidad adquirida. Es un proceso claro en las formas graves de coronavirus.
La carencia en zinc afecta hasta un cuarto de la población de los países occidentales. Por ejemplo, sabemos que un 50% de las personas mayores que viven en geriátricos tienen carencias en zinc. Los fumadores suelen tener carencias en zinc, ya que el cadmio del humo interactúa y bloquea el zinc. Ello podría explicar algunos casos de enfermos en la población joven.

En las carencias importantes en zinc, uno de los signos frecuentes que se observan es la pérdida del olfato y del sabor. Ahora bien, ocurre lo mismo en numerosos pacientes actuales, tal y como se ha comunicado en todas las cadenas de televisión y radio. Esos pacientes experimentan un sobreconsumo de su tasa de zinc, con el fin de luchar contra la infección. Este fenómeno sería aún más precoz y más grave para la mayoría de los diabéticos, hipertensos, con problemas cardíacos, fumadores, personas con sobrepeso o sometidas a tratamientos importantes, por lo que creo justificada la necesidad de que garanticemos un buen aporte de zinc ya sea tanto en alimentación como en suplementación.
Espero que esta información te resulte de utilidad y la prevención sea tu elección.
No olvides:»prevenir para vivir y curar para mejorar porque la salud es nuestro tesoro,¿no crees?».