Hoy queremos saber que tal cuidas tu boca. Cuidar tu boca es tan importante como tu piel, siempre deseamos tener un buen aspecto, pero ante todo una buena higiene bucal esta en relación con una buena salud.
Una de la normas mas importantes de la higiene bucal es el cepillado después de cada comida, siendo la de mayor importancia el cepillado antes de irnos a dormir (2-3 minutos aproximadamente) Como te decíamos el cepillado es imprescindible aunque no es suficiente para conseguir una buena higiene bucal, puesto que el cepillo no puede llegar a todas las zonas de la boca. Por ello es aconsejable usar diariamente seda dental, para prevenir así caries entre los dientes y eliminar placa bacteriana.
La higiene de la lengua también es importante practicarla ya que en nuestra lengua se acumulan una gran cantidad de bacterias que pueden eliminarse fácilmente con un limpiador lingual, controlando con esta practica la halitosis.
El uso del enjugue bucal nos ayuda a mantener unos dientes y encías sanas, previene y reduce la placa dental y refuerza el esmalte de los dientes. Así mismo hay que controlar la inflamación y sangrado de encía, síntomas de enfermedades como gingivitis o periodontitis.
Ante estas señales debemos acudir al dentista. Además, hay que tener en cuenta que el tabaco puede contribuir a las enfermedades de las encías y reducir la eficacia de los tratamientos. La aparición de aftas bucales( llagas) suele ser otra molestia frecuente en la boca, son pequeñas ulceras dolorosas que aparecen en la mucosa oral, suelen estar relacionadas con algún déficit nutricional, especialmente hierro y vitaminas del grupo B, también pueden salir por estrés o bajadas de defensas.
Así mismo desde Farmacia San Francisco siempre aconsejamos controlar el consumo de alimentos azucarados.
Cuando tomemos algún alimentos tipo dulces o tentempiés y no tengamos a mano un cepillo para realizar la limpieza dental podemos masticar chicle sin azúcar para reducir las bacterias que producen las caries.
Otro consejo que debes tener en cuenta es la renovación del cepillo de dientes, el cual debe cambiarse cada tres meses o antes si esta deteriorado. Con el uso diario, las cerdas del cepillo se van deteriorando y pueden ir acumulando bacterias.
