Dudas, dudas y más dudas son las que aparecen sobre este tema al visitar nuestros mostradores,así que hoy dedicamos nuestro post a este cada vez más frecuente problema de la piel.
En los últimos años la prevalencia de padecer dermatitis atópica se ha incrementado entre un 10 y un 20% en los países desarrollados, es un dato que considero importante señalar y debería hacernos pensar porque probablemente algo distinto esté ocurriendo que justifique tal aumento o por otro lado puede ser que algo que hagamos esté fallando, ¿no crees?.
Lo primero que vamos a hacer es conocer qué es para luego poder entender mejor cómo abordar esta situación,¡ empecemos pues!.
¿Qué es la dermatitis atópica?
Es una condición inflamatoria de la piel caracterizada por lesiones eccematosas con picor que suele seguir un curso crónico y con recidivas.
El picor es el síntoma principal de la enfermedad y determina un factor importante sobre la calidad de vida de los pacientes y sus familias.
¿Sabías que en el 60% de los casos el inicio de la enfermedad se produce en el primer año de vida especialmente entre los 3 y 6 meses? aún siendo así puede aparecer a cualquier edad, aunque en el 90% de los casos se habrá presentado antes de los 5 años.
¿Cuales son los síntomas más notables?
Los síntomas más tempranos suelen ser la sequedad y rugosidad de la piel, pero los eczemas no suelen presentarse antes de los dos meses de edad.
En casi la totalidad de los casos la enfermedad mejora en gran medida o se resuelve hacia el final de la infancia. Los pacientes que aparentemente han superado la enfermedad siguen teniendo la piel sensible e hiper-reactiva y pueden tener recurrencias después de largos periodos libres de síntomas.
¿Por qué aparece?
No hay un factor único, es más bien de origen multifactorial y complejo,de hecho aún hay dudas al respecto, así que os voy a hablar de los factores responsables de la aparición de la dermatitis atópica que en la actualidad están más claros:
-predisposición genética: muchas veces aparece por un componente hereditario, siendo así cada vez más frecuente en niños con una predisposición genética.
-mal funcionamiento de la barrera cutánea,
–alteración de los mecanismos relacionados con la inmunidad,
-factores ambientales y estilo de vida.
¿Cómo podemos abordar la dermatitis atópica?
El cuidado diario de la piel es muy importante, así que iniciamos la recomendación hablando del baño diario. Hablar de la frecuencia óptima del baño en niños con dermatitis atópica es un tema controvertido, pero cada vez se conocen más los beneficios al realizarlo diariamente, ya que a través de él se favorece la absorción de los tratamientos tópicos y de las cremas hidratantes.
Hay muchos estudios que demuestran que inmediatamente después del baño la piel está mejor hidratada y es más permeable; pero ¡ojo con la temperatura del agua!, no muy caliente y por un corto periodo de tiempo para prevenir la sequedad y deshidratación, además del hecho de que establecer la frecuencia adecuada del baño dependerá de la respuesta individual de cada niño.
En cuanto a los geles para el baño, utilizar aceites de baño, sustitutos de jabón o jabones suaves con un pH adecuado y sin perfume es la mejor opción. Otro detalle importante a tener en cuenta es evitar la fricción de la piel con esponjas durante el baño y al secar con la toalla.
Un gesto interesante además de los anteriores, sería aplicar emolientes después del baño con la piel aún húmeda, porque facilita la absorción e hidratación, dos aspectos importantes para esta situación, ¿lo sabías?.
Se recomienda la aplicación frecuente de cremas emolientes por lo menos una vez al día. Hay evidencias de que el mantener una adecuada hidratación de la piel disminuye la frecuencia y severidad de los brotes.En cuanto a los brotes, responden poco a la hidratación, así que cuando se den estos casos, debéis consultar a un profesional para que os pueda recomendar la mejor opción en cada caso.
Por otro lado, el uso de prendas de algodón sería muy buena opción para este tipo de piel.
Además de todos estos consejos,para servirnos de los beneficios y no aportar más inconvenientes a la piel es importante mantener una buena alimentación variada y equilibrada, así como valorar si en algún caso se da alguna intolerancia o alergia alimentaria; ¡prestar mucha atención a vuestro sistema digestivo es un punto básico!.
-Probióticos y prebióticos:¡atención a este apartado, no lo subestiméis!, pues aunque es poco considerado en tratamientos para la piel, cada vez es más evidente que nuestra flora intestinal en buen estado sólo nos aporta beneficios, beneficios y más beneficios.
Los probióticos son microoorganismos vivos que modifican la composición general de la microbiota, incluso son capaces de modular la respuesta inmune del huésped. Resultan de gran ayuda, aunque su aportación de forma única no los convierten en el tratamiento determinante, sino más bien como apoyo para completar el tratamiento habitual y lo que desde aquí os recomiendo es tomar las cepas correctas y en temporadas adecuadas, por lo que os animo a que consultéis a un profesional que conozca la materia, porque no todos los probióticos trabajan al mismo nivel ni en el mismo lugar.
–Contacto con mascotas:
Muchos sois los que nos hacéis estas preguntas: ¿mi perro empeora la piel de mi hijo? ¿es mi gato el responsable de que mi hija tenga la piel así?.
Os quiero dejar claro que hasta ahora lo que se conoce al respecto es más bien poco o nada. Hay mucha controversia en este tema pero lás últimas investigaciones ni culpan ni desmienten solo comentan que no hay asociación entre la sensibilización y tener perros, y no puede descartarse la función protectora de tener como mascota a un perro; sin embargo hay algunos autores que sostienen que existe una mayor incidencia de atopía con la exposición temprana al epitelio de los gatos, pero tal y como os he indicado al inicio de este párrafo no hay nada verdaderamente concluyente hasta el momento.
Después de todo esto espero haber aclarado algunas de las dudas más comunes que visitan nuestros mostradores y a través de esta información entiendas la importancia de cuidar nuestra piel cada día tanto como ella nos cuida a nosotros.
No olvides: » prevenir para vivir y curar para mejorar porque la salud es nuestro tesoro, ¿no crees?».