En nuestro día a día nos preocupamos por el colesterol, el ácido úrico, diabetes, piel, el peso e incluso por tratar de evitar problemas cardiovasculares, pero ¿cómo es posible que consideremos el colesterol elevado un factor de riesgo para nuestra salud y no el humo del tabaco? la respuesta es simple, el tabaquismo es una enfermedad adictiva y crónica que aunque no queramos reconocer nubla nuestra conciencia y dirige nuestra voluntad, nos pongamos como nos pongamos.

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 Los seres humanos somos así, nos movemos por modas, elegimos cuidar nuestra salud en función de lo que escuchamos, de lo que nos dicen y en última instancia, nos guiamos de los resultados obtenidos en pruebas médicas, y ¿qué hacemos con toda esta información? pues por lo general tomamos cartas en el asunto y cambiamos hábitos, cestas de la compra e incluso nuestra forma de pensar, tal y como ocurre en situaciones como las siguientes con las que puede que te identifiques:
– decidimos tomar perlas de omega 3 de todo tipo y pescado azul porque nos aseguran que es bueno para nuestro sistema cardiovascular,
– buscamos alimentos ecológicos, lo más naturales y menos procesados posible para ingerir menos sustancias químicas añadidas,
– reducimos la ingesta de alimentos fritos y margarinas para evitar acumular grasas saturadas y no obstruir nuestras arterias,

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– buscamos ese ratito del día para ir al gimnasio y quemar calorías para evitar caer en el sobrepeso, en resumen, nos esforzamos en muchos aspectos de nuestra vida con el objetivo de prevenir futuras enfermedades e incluso para evitar que empeore la enfermedad que ya padecemos, así que tras todo ésto ¿cómo es que no dejamos de fumar?.

«Lo sé, sé que no es bueno para mi salud pero de algo hay que morir»,«para mí fumar es un placer y punto» ,«son sólo un par de cigarros con las copas de fin de semana, no a diario»,
«ya sé que el precio del tabaco es cada vez más caro pero es de las pocas cosas de la vida que disfruto, así que no lo voy a dejar»,
» el estrés no me permite dejarlo, pero tampoco es que tenga interés, así me va bien»,
«si de verdad fuese tan malo, lo habrían retirado por Sanidad y no es así», estas y otras respuestas o excusas, según queramos llamarlas, relacionadas con el tema que hoy nos ocupa visitan frecuentemente nuestros mostradores, y tristemente ante esta negativa poco o nada se puede hacer pero aún así nosotros no tiramos la toalla y seguimos apostando por un presente y futuro en pro de la salud y buena calidad de vida.

No sé cómo te lo tomarás si te dijese que hay un «alimento» que consumes a diario con la capacidad de alterar la efectividad de medicamentos como lorazepam, alprazolam, anticoagulantes orales, haloperidol,teofilina, estrógenos, la insulina que te suministras a diario y de otros medicamentos que forman parte de tu tratamiento habitual, ¿dejarías de tomar ese «alimento» para mejorar tu tratamiento y en consecuencia tu situación actual?…. pues si tu respuesta es sí y quieres obtener el mejor rendimiento de tu tratamiento, sólo tienes que cambiar la palabra «alimento» por «tabaco» y todo cobrará más sentido.

Debes saber que el tabaco no tiene cantidad mínima de seguridad, no sabemos qué dosis no hace daño, porque a cada persona le afecta de una manera y por supuesto, es importante que tengas en cuenta que cuanto peor tratemos a nuestro organismo, peor respuesta obtendremos por su parte, así que ¡es hora de cuidarse de verdad! .

FIN TABACO

Soy consciente de la enorme cantidad de información sobre este tema que podrás encontrar, pero hoy quiero dar un enfoque positivo a este post, no vamos a quedarnos con la gran variedad de efectos negativos que causa el tabaco en nuestro organismo, ni en la alta tasa de mortalidad y morbilidad de la que es responsable, así que hoy vamos a quedarnos con la otra realidad, la realidad de todos los aspectos positivos que obtendrás al dejar de fumar, entre los que destaco tras el último cigarrillo:

-la tensión arterial y el pulso empiezan a normalizarse,
-el organismo elimina monóxido de carbono,
-los pulmones empiezan a expulsar la mucosidad y los demás residuos del tabaco,
-los sentidos del gusto y olfato mejoran considerablemente,
-la respiración se hace  más fluida y aumentan los niveles de energía,
mejoran la circulación y la capacidad pulmonar, por lo que notarás menos cansancio en tu vida diaria y mayor rendimiento en el deporte si lo practicases,
disminuye considerablemente el riesgo de ataque cardíaco.

Finalmente te aconsejo que te tomes un segundo y te plantees dar el paso.Desde aquí te animo a dejar de fumar, probablemente no sea fácil pero si quieres y te lo propones desde nuestra farmacia podemos ayudarte en el proceso para que alcances con éxito tu objetivo, porque ¿qué sería de la vida si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?.

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La vida es lo que sucede entre el primer suspiro y el último, no la desperdicies y ten en cuenta que quien no dedica tiempo para cuidar su salud, tendrá que dedicar tiempo, paciencia y dinero para cuidar su enfermedad.

No olvides:» prevenir para vivir y curar para mejorar porque la salud es nuestro tesoro, ¿no crees?».