Ya pasaron las tan anheladas fiestas navideñas y ¿qué nos queda? pues las divertidas fotos con la familia, los regalos, el descanso tras los días de compras estresantes, el reencuentro con los viejos amigos y , además tenemos el recuerdo de: los patés, el tradicional pavo, los canapés, los saladitos, los langostinos , el champán, la botella de vino guardada y estrenada para la ocasión, los turrones, los polvorones y …¡cómo no! la acidez, el poco descanso, los dolores de cabeza, los gases, las malas digestiones…etcétera, así que después de todo ésto ¿no crees que es un buen momento para limpiar tu cuerpo de toxinas creadas en tan completas fechas?

No lo dudes, éste es un buen momento para que ayudes a tu cuerpo a eliminar los materiales que no desea (toxinas), creados por excesos y malas elecciones, así que la detoxificación es la palabra clave para tal hazaña.

Los órganos como la piel, hígado, riñones, sistema linfático, colon y pulmones se encargan de detoxificar el cuerpo. De ahí la importancia de que estos órganos funcionen bien , evitar que se saturen y que los residuos afecten a su actividad, ya que si estos residuos superan la cantidad adecuada que cada órgano puede depurar, dificultan a la circulación y al intercambio de oxígeno y alimentos perjudicando a la salud.

¿SABÍAS QUE SEGÚN LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD SE ESTIMA QUE CASI UNA DE CUATRO ENFERMEDADES TIENE CAUSA AMBIENTAL?

Pues resumiendo, nuestro cuerpo tiene que defenderse de las toxinas que respiramos, tocamos e ingerimos sin que seamos conscientes de ello, causado por:

  • estrés ¡cómo no!
  • medicamentos
  • mala alimentación,
  • bacterias, virus..

Y las consecuencias se hacen notar en nuestra salud.

Nuestro cuerpo tiene un sofisticado sistema de detoxificación para neutralizar las toxinas y si éste fallase las toxinas se acumulan en los tejidos u órganos como el hígado por ejemplo, órgano muy importante al que se le considera como “nuestro laboratorio personal.”

CUANDO HAY SOBRECARGA DE TOXINAS NOTAMOS:

  • fatiga , cansancio, dolor muscular, digestiones pesadas, estreñimiento ,problemas en la piel como: acné, eczema ,obesidad, celulitis, retención de líquidos, alergia, asma, infecciones respiratorias…, ¿te parece poco?

¿QUÉ NOTO TRAS DETOXIFICARME?

Los resultados se observan de forma rápida gracias a la activación de los sistemas de eliminación de toxinas ,destacando:

  • el aumento de defensas .
  • sentimos más vitalidad,
  • piel más luminosa,
  • eliminación de retención de líquidos,
  • mejora de la circulación,
  • disminución de volumen,
  • aspecto de piel más terso y sano
  • disminución de celulitis.

CONSEJOS FÁCILES PARA APLICAR A NUESTRO RITMO DIARIO DE VIDA:

  • Abundante ingesta de agua, típico tópico, pero imprescindible, no lo olvides porque si lo piensas un poco no bebes la cantidad de 2litros de media diarios,¿me equivoco?,también infusiones de manzanilla y boldo.
  • Tomar poca sal
  • Aumentar hortalizas y frutas.
  • Alimentos preferiblemente frescos o congelados.
  • Aporte suficiente de proteínas, preferiblemente lácteos, legumbres y huevos.
  • Suficientes hidratos de carbono complejos, preferiblemente integrales o los procedentes de legumbres.
  • Ejercicio físico para acelerar y favorecer la eliminación.

¿QUÉ PRODUCTOS PUEDES TOMAR PARA UNA BUENA DETOXIFICACIÓN?

Hay muchos productos ya preparados que puedes encontrar, pero básicamente te recomiendo aminoácidos azufrados como por ejemplo la L-metionina y L- cisteína. Laboratorios de medicina biorreguladora cuentan con preparados detoxificantes para mezclar con agua y beber a diario. Además, a otros niveles está el zumo de abedul, ¿curioso verdad? pues este curioso zumo cuenta con una completa acción detoxificadora y, plantas como: el diente de león, rábano negro, alcachofa y ulmaria, también te ayudarán a conseguir tu objetivo.

¿CUANTAS VECES HAY QUE REALIZAR ESTE PROCESO?

Te recomiendo dos veces al año, una de ellas en primavera y otra ahora, tras las fiestas navideñas para eliminar esos excesos.

Si sigues estos consejos comprobarás cómo mejora tu salud, ¡ánimo!.